El atentado fallido contra Trump dispara en Ucrania el temor a su victoria electoral y deja expectante a Rusia
El ataque a Trump preocupa mucho en Ucrania por el empuje electoral que puede recibir el expresidente, muy marcado por sus recelos a la guerra contra Rusia.
El intento de asesinato del expresidente estadounidense Donald Trump y el impulso que puede dar a su carrera electoral contra el actual mandatario de la Casa Blanca, Joe Biden, ha desencadenado una diferente reacción en Kiev y Moscú, con el trasfondo del apoyo que Estados Unidos puede seguir dando a Ucrania en la guerra contra Rusia.
Kiev contempla con inquietud el impulso que puede recibir Trump de cara a los comicios presidenciales de noviembre, con su posible victoria. Hay fuertes corrientes dentro del Partido Republicano que se declaran favorables a cortar el flujo de ayuda y armas a Ucrania en su guerra contra Rusia y Trump mismo ya ha avisado de que las cosas cambiarán si llega a la Casa Blanca.
El atentado se ha producido además en un momento bélico muy complicado para Ucrania, con el inexorable avance ruso en la línea del frente de Donetsk, en el nordeste ucraniano, y el afianzamiento de la ofensiva en el norte, en las inmediaciones de Járkov.
Esta región industrial, que alberga la segunda ciudad del país, del mismo nombre, está amenazada por la iniciativa militar del Kremlin, que no acaban de frenar ni las tropas ucranianas ni las nuevas armas despachadas por Occidente, especialmente desde EEUU.
El jefe de la Inteligencia Militar de Ucrania, Kirilo Budánov, ofreció este domingo un sombrío panorama que contrasta con el júbilo mostrado en Washington la semana pasada por el presidente Volodímir Zelenski al recibir el apoyo de los 32 miembros de la OTAN en la cumbre que celebró el 75 aniversario de la fundación de la Alianza Atlántica.
«Hay problemas» en el frente
Según Budánov, el ejército ucraniano se está enfrentando a una difícil situación en la ofensiva rusa del norte. «Hay problemas y tienden a empeorar. No es un desastre, pero es imposible no ver esos problemas», reconoció el jefe del espionaje militar ucraniano. Y advirtió: lo que queda de año «no traerá muchas noticias buenas».
No es el único frente en el que las fuerzas rusas están rebasando las líneas ucranianas. Este domingo se informó sobre la ocupación rusa de la localidad de Urozhaine, en un suma y sigue en Donetsk, y del «colapso de las defensas» ucranianas en esa zona.
El temor de Zelenski es que la eventual llegada de Trump al poder reduzca sustancialmente la ayuda militar y afecte a la del resto de países de la OTAN
El temor de Zelenski y su Estado Mayor es que el ejército ucraniano no pueda sostenerse en las cuatro zonas de combate actuales (Járkov, Donetsk, Zaporiyia y Jersón) y que la eventual llegada de Trump al poder reduzca sustancialmente la ayuda militar estadounidense y afecte a la del resto de países de la OTAN.
Sin el suministro de misiles, drones, munición de artillería, tanques y cañones, es poco probable que el ejército ucraniano pueda aguantar los embates rusos en esas cuatro direcciones.
Trump ha indicado en varias ocasiones que acabará con el conflicto de Ucrania en 24 horas y todo el mundo ha entendido que suspenderá la ayuda estadounidense a ese país. Los obstáculos que los republicanos pusieron durante meses a la aprobación por el Congreso de un paquete de 61.000 millones de dólares en ayuda a Kiev evidenciaron su oposición a la participación multimillonaria estadounidense en la guerra.
Aunque finalmente se aprobó esa ayuda en abril, en una labor maratónica de Biden que ha sido ensombrecida por sus últimos lapsus seniles, permanecen las dudas sobre lo que ocurrirá después de las elecciones del 5 de noviembre, sobre todo si las gana Trump.
El expresidente estadounidense no se ha caracterizado por mostrar una excesiva simpatía por Zelenski, a quien ha llegado a calificar como «el mayor mercachifle de todos los tiempos», en referencia a sus dotes para ser aceptado en todos los foros y reuniones de Occidente, desde la propia OTAN al G7, y por conseguir decenas de miles de millones de dólares en ayuda armamentística y asistencial para su país.
Joe Biden ofrece un discurso desde la Casa Blanca tras el intento de asesinato contra Donald Trump.
Biden pide resolver las diferencias «en las urnas» y «no con balas» tras el ataque a Trump
Trump ha amenazado con limitar la participación de EEUU en la OTAN si llega al poder y exige una mayor implicación financiera de Europa en el bloque militar. Un colapso de esa participación estadounidense significaría también el fin del apoyo militar a Ucrania y posiblemente de la ayuda de 40.000 millones de euros prometidos en la cumbre para 2025.
Zelenski: «No sé qué hará Trump»
En el marco de la reunión de Washington, Zelenski ya manifestó su nerviosismo ante lo que pueda ocurrir en los comicios de noviembre en Estados Unidos, que pueden haber quedado ya sentenciados por los brotes seniles que está teniendo Biden y, sobre todo, por las repercusiones del atentado fallido de este sábado en Pensilvania, que podría movilizar al voto de derecha con mucha fuerza.
«Es hora de salir de las sombras, de tomar decisiones contundentes, de actuar y no esperar a noviembre o cualquier otro mes. Para ello debemos ser fuertes e implacables», contra el presidente Vladímir Putin «y su país», afirmó Zelenski ante los congregados en el Instituto Ronald Reagan de Washington, en el marco de la cumbre de la OTAN.
Pero en otra comparecencia, también en Washington, Zelenski no se dejó llevar por el entusiasmo precisamente. Reconoció que había tenido algunos encuentros positivos con Trump, durante la primera Presidencia de éste, pero, claro, eso había ocurrido antes de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022. «No puedo decir qué hará si se convierte en presidente de Estados Unidos. No lo sé», reconoció Zelenski en Washington.
Zelenski: «Creo que si el señor Trump alcanza la Presidencia trabajaremos juntos. No le tengo miedo a eso»
Este lunes, sin embargo, quiso ser más conciliador y el presidente ucraniano aseguró que no tendría ningún problema para tratar con Trump al frente de la Casa Blanca. «Creo que si el señor Trump alcanza la Presidencia trabajaremos juntos. No le tengo miedo a eso», aseguró Zelenski, aunque reconoció que había un sector en el partido republicano con posiciones contrarias a Ucrania.
El Kremlin pesca en río revuelto
En cuanto a Rusia, es la principal beneficiada internacionalmente de la escalada de la polarización política instigada, si cabe más, por el atentado. Desde que se conoció el tiroteo, el Kremlin no ha dejado de ironizar sobre la supuesta «seguridad» que rodeaba el mitin en el que participaba Trump.
Así, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aún negándola, introdujo la sospecha sobre el actual presidente estadounidense y su círculo de poder. «No creemos que el intento de eliminar y asesinar a Trump fue organizado por las autoridades actuales», explicó a la prensa Peskov. Pero agregó: «La atmósfera en torno al candidato Trump provocó lo que Estados Unidos afronta hoy».
Y ya puestos, Peskov no soltó el hueso: «Tras numerosos intentos de apartar al candidato Trump de la arena política −usando primero herramientas legales, los tribunales fiscales, intentos de desacreditar políticamente y comprometer al candidato− era obvio para todos los observadores externos que su vida estaba en peligro».
El poRtavoz del Kremlin insinuaba que hay fuerzas en los propios EEUU, y no simplemente la voluntad malsana de un «lobo solitario», que pretenden parar el retorno de Trump a la Casa Blanca.
Negociaciones para el fin de la guerra…
El propio Putin ha indicado que, como presidente ruso, se toma «muy seriamente» la intención de Trump y su «deseo de detener la guerra de Ucrania». En estos momentos, para el Kremlin, la vuelta de Trump a la dirección de la política exterior estadounidense puede, por ejemplo, significar el comienzo de negociaciones desde la partición de facto de Ucrania.
Rusia ha invadido casi una quinta parte del territorio ucraniano y Putin ha reclamado incluso más, como condición indispensable antes de empezar un proceso negociador, de manera que se complete la anexión de todo el Donbás, que incluye a las regiones de Lugansk y Donetsk (todavía con un buen segmento bajo control ucraniano), más las partes de Zaporiyia y Jersón aún en manos ucranianas.
La llegada de Trump a la Casa Blanca podría significar igualmente el fin del sueño ucraniano de adherirse a la OTAN
Además de sentenciar la cesión de territorios, la llegada de Trump a la Casa Blanca podría significar igualmente el fin del sueño ucraniano de adherirse a la OTAN, otra de las condiciones intocables que reclama Putin, quien apuesta por una Ucrania neutral.
El Kremlin afirma que la intención de incorporar a Ucrania a la Alianza, recalcada desde 2008 y subrayada tras la revolución del Maidán en Kiev en 2014, que sacó a los prorrusos del poder, fue una de las causas que detonaron la invasión rusa en 2022.
Los intereses ucranianos de Biden
Precisamente, una de las razones que explican la aversión de Putin hacia Biden y su círculo de poder se remonta a ese año de 2014 y el final de 2013, cuando la actividad de los servicios secretos estadounidenses en Kiev llevó a la caída del presidente prorruso Víktor Yanukóvich y al golpe de timón ucraniano hacia Occidente.
En aquellos tiempos, Biden era vicepresidente de Estados Unidos (2009-2017) y su equipo estuvo muy relacionado con los cambios operados en Ucrania. Las buenas relaciones con los nuevos gobernantes partidarios de Washington en Kiev llevaron incluso al nombramiento de Hunter Biden, hijo del actual presidente estadounidense, como miembro del Consejo de Administración de la principal compañía privada de gas y petróleo de Ucrania, Burisma. Hunter Biden ocupó ese puesto desde 2014 a 2019.
Un viejo «amigo» de Biden es el actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev. Este político ruso, uno de los pretorianos más agresivos de Putin, fue presidente de Rusia entre 2008 y 2012, por lo que conoció muy bien a Biden. Durante ese periodo, Putin, que era primer ministro a efectos formales, ejercía el poder desde la sombra.
Este lunes, Medvédev hizo un vaticinio en su cuenta de la red social X (antes Twitter) respecto a Trump: «Ahora, ya ha ganado. Si es que no lo asesinan». Los partidarios de Biden directamente acusaron a Moscú de haber comenzado así su campaña de interferencias de las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre.
FUENTE: Agencias