Vaca: «Celinda, nos llenas de dignidad»
En este Espacio Solicitado, la educadora Beatriz Vaca comparte con Pura Cepa un relato acerca de la vida y andanzas de Celinda Sosa, la nueva ministra de Asuntos Exteriores y Canciller del Estado boliviano.
La niña campesina Celinda, mientras cuidaba sus ovejas, fue premiada con caramelos por policías que llegaron en camión preguntando de Ernesto Sosa. Ella indicó dónde trabajaba su papá. Minutos después, la dulzura de los caramelos se volvía amarga porque miraba atónita que cargaban a su Papito en camión; fue inútil llorar a gritos, tirar los caramelos al suelo.
Bolivia empezaba la larga noche tenebrosa dictatorial con golpes de Estado, toques de queda, exiliados, asesinatos, desaparecidos, cerrando universidades, dinamitando radios.
Celinda, desde pequeña, acompañaba a su Padre a reuniones sindicales, aprendiendo a leer y tomar nota de las decisiones comunales. Así participaba de la escuela sindical, pues dejó la escuela por enfermedad de su mamá, pero a veces escuchaba a la Maestra detrás de la ventana.
Elegida promotora comunal, fortaleció sus conocimientos en Radio Tarija: “Llamaba la atención que era la más joven, hablaba fuerte y sin miedo”, recuerda José Félix Gutiérrez (Chefe), ex director de la Radio.
Yo, desde Paicho, escuchaba encantada a Celinda, quería conocerla. Pero mi padre y madre me marcaron otro camino; nos encontramos años después.
Celinda y yo tenemos infancias e identidades que nos abrazan como fuego eterno: nacimos, crecimos en comunidades campesinas, Yesera-Paicho, con madres analfabetas, padres dirigentes, muchas hermanas y hermanos que cuidar, llijlladas con mantas de invierno, de fiesta y con sombreros, criando animales, pijtiendo ojotas, cultivando pequeños terrenos, disfrutando lluvia, sol, río y fruta, cantando coplas; teniendo miedo a riadas, al zorro que come ovejas, gallinas; a la muerte de nuestras mamás, sufriendo frío, calor, viento, acarreando agua, leña, cocinando.
Siendo joven, junto a otros dirigentes, conformaron la Federación de Campesinos de Tarija. En los años 80, en la Confederación de Campesinos de Bolivia, ella pasó penurias para no ser encontrada por militares, mientras instauraba el DS 21060 el Presidente Víctor Paz.
Celinda, fue pionera desarrollando las potencialidades de Tajzara, región árida, sin agua, sin la tierra cultivable de Tarija, con mujeres que cuidaban ovejas ajenas por una libra de coca, un costal de maíz. Hoy las familias organizadas tienen ovejas, producen tejidos de calidad, generando ingresos económicos, con liderazgos femeninos fortalecidos; partiendo de saberes ancestrales.
En su andar tejió relaciones campo-ciudad, demostrando que los hilos de todos los colores se entraman y son la fuerza del proyecto común, grande. Mientras yo me perdí en el colegio y la Normal, volviéndome funcional al sistema vigente, aprendí mucho con Celinda y la impulsé a volver a la escuela como autodidacta, en el CEA Belgrano.
Llegamos al Gobierno en 2005, Celinda invitada del Presidente Evo Morales como Ministra de Producción de Microempresas. En el Ministerio, casi sin dormir, trabajamos por los grandes desafíos, fuimos construyendo el nuevo aparato estatal para fortalecer la economía popular, comunitaria.
En 2010, yo retomé la educación acompañando a mujeres, niñas y niños víctimas de violencias. Celinda continuó como actora política articuladora, dándonos tiempo para intercambiar mantas de fríos, de fiestas latinoamericanas, de nuestras comunidades.
En noviembre de 2023, Celinda Sosa Lunda fue nombrada Ministra de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia por el Presidente Luis Arce, desafío que honrará la Diplomacia de los Pueblos, de la Vida, por encima de los mercados capitalistas devoradores de territorios y pueblos.
¡GRACIAS, HERMANA CELINDA! ¡DIGNIDAD CAMPESINA!
Vía el Pais